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viernes, 16 de junio de 2017

Los roles de Uke y Seme (¿y Suke?) en el Yaoi



¡Hola de nuevo!


Hoy os traigo una entrada que habla de un tema clave en el yaoi: los roles de uke, seme, y el poco usado suke.


Empecemos por saber qué es cada término.


Los ukes son los miembros "pasivos" en las relaciones yaoi. Dicho de forma vulgar,  el que recibe. Generalmente se le ha dado la idea de que el uke suele ser más bajito que el seme, y que su actitud suele ser más dulce y suave. Rara vez adopta una actitud dominante.

El seme es todo lo contrario. Es el que da, el cual suele ser más alto y que tiene una actitud más dominante respecto al uke. El seme, en algunos casos, suele tomar la iniciativa en la cama y en algunos casos, puede llegar a obligar al uke a tener relaciones. Algo que, bajo mi punto de vista, perjudica mucho al yaoi en general (aunque de ese tema ya hablaré otro día en otra entrada).


Aunque estos roles han cambiado mucho con el paso del tiempo, y ya se puede ver parejas yaoi muy variadas, no hay duda que todavía hay mucha gente que sigue teniendo esa imagen en la cabeza.



El caso es, ¿es conveniente seguir manteniendo esos estereotipos a día de hoy?


Evidentemente todos los fans del yaoi pueden hacer, decir y pensar lo que quieran (¡faltaría más!), pero hay algo de lo que no cabe ninguna duda: los roles de ukes y semes hacen mucho daño a la imagen de las parejas gays en la vida real. Estos roles pretenden decir que la persona "pasiva" debe comportarse de una forma, y que la persona "activa" debe ser de otra forma. Además cualquier intento de cambiar los papeles y de ser "versátiles" es visto como raro.


Si nos adentramos un poco más en el tema de la "versatilidad", nos parece un nuevo término: los sukes. Se les denomina así a aquellos miembros en una relación yaoi los cuales tanto pueden adoptar el "rol" de uke como el de seme. Es un término muy poco habitual. Tanto es así que una persona que no esté metida mucho en el yaoi puede que no la haya escuchado mucho.

Pero, de todos modos es un término perfectamente aceptable, ¿no es así? ¿Porque mucha gente tiene aún la idea de que los miembros de una relación yaoi tienen que tomar un papel determinado y que no se les está permitido experimentar? O, incluso, si una persona siempre se ha considerado suke, ¿porque mucha gente frunce el ceño al escuchar este término?

Sin embargo, también hay personas que apoyan la versatilidad y que los personajes no se limiten a ser solo ukes y semes, sin posibilidad de cambiar. Mucha gente opina que una pareja formada por uno o dos sukes es mucho más interesante, ya que no caerán en la monotonía y siempre podrán probar cosas nuevas.

Siendo sinceros, yo entiendo a la gente que están acostumbrados a ver a dos personajes siendo ukes y semes, y que si estos se intercambian los papeles en algún momento de la historia, les resulta "raro" y "extraño". Yo soy la primera a la que le pasaba antes. De hecho, me pasa con Haru wo Daiteita (mi manga yaoi favorito). Hay un momento que se intercambian los papeles en la historia y me resultó extraño de ver, aún incluso si apoyo que un miembro, o ambos, en una relación yaoi pueda ser suke. Siempre había visto a Iwaki como uke, y a Kato como seme.

Hablando precisamente de Haru wo Daiteita, lo que me enamoró de este manga fue de como tiran por tierra los estereotipos de uke y seme (aparte de otras cosas, como por ejemplo como están construidos los personajes, la historia en sí, y otros detalles más... jugosos ^w^). Kato e Iwaki presentan una relación muy sincera y honesta, con sus idas y venidas, y con muchos problemas a los que se van enfrentando. Nada tiene que ver con la realidad que intentan reflejar los otros yaois totalmente estereotipados. Ni Iwaki es un uke sumiso, ni Kato tiene una actitud totalmente dominante.

Pero dejemos Haru wo Daiteita, no quiero influenciaros y que penséis que estoy haciendo promoción de este manga. Pero os recomiendo que lo leáis vosotros mismos y que saquéis vuestras propias conclusiones ^^



En definitiva, creo que las etiquetas de uke, seme y suke se deben usar con mucho cuidado, si no queremos caer en el error de clasificar a la gente por el “papel” (por decirlo de algún modo) que adoptan en la cama. Es más, no deberíamos guiarnos por ello si queremos saber cómo es la personalidad de cada personaje.



Dejemos que la historia, y los propios personajes, se encarguen de ello.


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